Germán Valdés Tin Tan
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¿Quien es?
Su Biografia

¿Quién es Tin Tan?

Germán Valdés
POR: ENRIQUE ROSADO

"Yo soy un chavalo que tiene 28 años; en el barrio me dicen las muchachas 'el griego', por el perfil; uso muy buena garra; los muchachos a mi me dicen 'Tin Tan' porque en mi todo es música."

     Era difícil imaginarlo, pero así ha sido: varias generaciónes posteriores a las que convirtieron en ídolo a Germán Valdés "Tin Tan", también lo reconocen como tal al ver sus películas en la televisión. La conmoción que causó en 1943 -primero en la República Mexicana y luego en el extranjero-, sólo puede explicarse ubicándolo junto a Yolanda Montes "Tongolele", a María Victoria y a Dámaso Pérez Prado quienes también en poco tiempo, se convirtieron en las figuras más solicitadas y mejor pagadas del medio artístico nacional.

     La primera identificación del público con el cómico surgió en el Teatro Iris -hoy Teatro de la Ciudad- al verlo como integrante de una compañia de revista. Pero el reconocimiento absoluto se estableció a partir de sus presentaciónes en la XEW, a través de un programa transmitido en un horario, que, a partir de entonces, se convirtió en 'la barra' más solicitada por los anunciantes: la comprendida entre las 15:00 y 16:00 horas, de lunes a viernes.

     El novedoso lenguaje con que se expresaba, el sentido rítmico con que interpretaba las parodias de las conciónes de moda y la forma en que se acopló con su carnal Marcelo, fueron algunos de los elementos definitivos para que la pareja alcanzara extraordinaria popularidad.

     El debut de este dueto en el cine fue manejado con más habilidad que conocimiento de la mercadotecnia, ya que la labor publicitaria se redujo a sugerir que se les diera un destacado crédito en la película Hotel de verano (1943), a pesar de que sus apariciónes eran breves. Pero gracias a éstas en las salas cinematográficas, el público que sólo había oído a Tin Tan en la radio al fin pudo verlo luciendo el atuendo de los "pachucos". Éstos, en popularidad, habían desplazado a los "Tarzanes", a quienes Lucha Reyes les había echado porras desde las "rockolas" al grito de "¡Qué rechulo es mi tarzán, ay mamá!".

     Como el cine nacional de entonces ya contaba con figuras taquilleras para integras los repartos de nuestra cintas -Dolores del Río, María félix, Jorge Negrete, Pedro Armendáriz-, y se estaba apoyando a las que empezaban a serlo -Rafael Baledón, Pedro Infante, María Antonieta Pons, Lina Montes-, ningún productor pensó en el lanzamiento de una nueva figura. Por eso fue que Germán y Marcelo tuvieron que esperar hasta 1946 par filmar Hay muertos que no hacer ruido y con la música por dentro, dirigidos por Humberto Gómez Landero. Un año después el cineasta trabajó de nuevo con ellos en Músico, Poéta y Loco, así como en El niño Perdido, título de esta última cinta que se prestó a un habil lanzamiento publicitario, asociandolo con el rescate, por parte de la policia, del menor cuyo secuestro conmovió a México: el niño Bohigas.

     La carrera de Germán Valdés iba en ascenso, pero alcanzó su gran momento cuando el director Gilberto Martínez Solares y Juan García -éste como dialoguista- lo encauzan por la ruta exacta; primero en la película Calabacitas Tiernas (1948) y después con la que es tal vez su mejor trabajo, El rey del barrio (1949). En esta producción quedó registrada una secuencia que se convirtió en clásica: Tin Tan, un tanto pasado de copas, canta las más popular de las composiciones de Claudio Estada: "Contigo".

     Pero sería injusto olvidar que gran parte del éxito alcanzado en los filmes dirigidos por Solares se debió a lo que el propio director comentó en varias ocasiones: "German tiene un talento tan grande, que lo dejo hacer todo lo que quiere antes de decir 'corte'. Casi siempre sus improvisaciones superan a lo planeado originalmente.".

     Como al paso del tiempo la cadena de triunfos comenzó a romperse, el cómico financió el rodaje de sus propias películas: El tesoro del rey Salomón (1962) y Tintansón Crusoe (1964), ésta última, en un claro propósito de ahorro, se rodó en el yate "tintavento", propiedad del artísta, anclado en el puerto de Acapulco. La raquítica taquilla alcanzada por ambos fílmes llevó al actor-cantante a pensar en la mejor forma de que una producción interesara al público era apoyarse, desde el título, en un personaje 'probado' comercialmente como Chanoc. Por eso aceptó participar en dos cintas de la serie. Pero tampoco interesó a los espectadores saber lo que le pasaba a Chanoc en las garras de la fiera ni en el enfrentamiento de Chanoc contra el tigre y el vampiro.

     Fue en ese tiempo cuando comenzó a escribirse el capítulo final de la carrera del actor, quién dejó el catálogo más voluminoso de personajes que supo crear y recrear de manera perfecta.

     Es la historia de un hombre que constituye un caso insólito en el cine nacional, porque alcanzó la plena madurez cuando todavía lindaba los senderos de la juventud.

México, D.F. © René Blas, México-2003