FILMOGRAFIA
del pachuco

     A fines de 1943 Germán y Marcelo furon contratados para actuar en el 'Follies Bergere' y en 'El Patio'. En este último invitado por Vicente Miranda, su dueño, llegó el realizador René Cardona para presenciar la actuación de esa maravilla de la comicidad de la que tanto se hablaba. Fascinado con su número, el cineasta de origen cubano decidió incorporarlo en su película Hotel de Verano, cuyo rodaje inició el 14 de octubre de ese año, y se encontraba entonces en su etapa final. Le encomendó una escena de cabaret en el lobby del hotel construido en los Estudios Azteca.

     Con su atuendo pachuco (pantalónes bombachos de pronunciadas valencianas, saco amplio de grandes hombreras y solapas, reloj de cadena, zapato bicolor y sombrero de ala ancha, rematado con una pluma de pavorreal) y el 'spanglish' que le caracterizaba, la cámara se prendió de él olvidandose momentaneamente de los protagonistas Ramón Armengod y Janice Logan. Tin Tan cobró 350 pesos por hacer ese numerito y, lo mejor, consiguió imoner a su carnal Marcelo en la película, ya que no estaba contemplado en el plan original.

     Hotel de Verano era la típica comedia musical representada en la terraza del inmueble en cuestión, plagada de mesas y atractivas chicas en traje de baño tomando el sol. Por su parte, Armengod, Jorge 'Che' Reyes, Guerrero de Luna, Amaro, Herrera y Logan portaban elegantes atuendos: vestidos de noche ellas, y ellos fracs blancos, mientras bajaban de unas suntuosas escalinatas y a sus espaldas una gran orquesta los acompañaba.

     En menos de dos meses Tin Tan se convirtió en toda una presencia en el teatro, la radio y llegó su oportunidad en el cine. Lo curioso es que él aún no había tomado conciencia de ese vuelco en su vida y de las responsabilidades profesionales que estaba adquiriendo. El dinero le empezó a caer raudo y veloz

     El domingo 6 de febrero de 1944 Cine Gráfico anunció la exhibición privada del filme Hotel de Verano. Dos mese más tarde, una placa del notable fotógrafo Herrera lo mostraba caracterizado como pachuco acompañado de un texto que decía: "El popular Tin Tan(,) que en poco tiempo conquistó a las mayorías, ha sido contratado por el productor Albero Santander para que forme parte de los artistas exclusivos de la nueva productora As Films, actuand en tres grandes superproducciónes y llevando el rol estelar. La duración del contrato de exclusividad será de un año a partir de la primera película que interprete".

     El 12 de febrero -un día antes del estreno de su primera película- había prometido a su hijo llevarlo a Cinelandia. Desúes del cine lo llevó a cenar a una pozolería donde fue reconocido por los comensales. Magdalena, su mujer, sabía que la relación no duraría mucho.

     El dia 13 los periódicos anunciaban con bombo y platillo el estreno de Hotel de Verano en el cine Palacio: "La más encantadora de las películas nacionales. Canciónes adorables en la voz de Pedro Vargas y las genialidades incomparables de Tin Tan. Dirección de René Cardóna. $3".

     El cine Insurgentes exhibía María Candelaria, y el Lindavista La china poblana (ambas de 1943). Es decir, en medio de esa suerte de nacionalismo indigenista el actor saltó a la pantalla grande apostando involuntariamente por un modernismo al estilo estadounidense, cuando los titulares anunciaban que los alemanes se retiraban de la península itálica.

     1973 fue un año clave para la cinematografía mexicana. Se realizaron 70 películas, algunas de las cuales obtuvieron premios en festivales internacionales, justo cuando debutaban personalidades como Luis Aguilar, Carmen Montejo y, por supuesto, Germán Valdés. De hecho, aunque existe cierta confusión con la fecha (se habla de 19740), fue a principios de 1943 fue cuando, aún con el apodo de La Chiva, llegó al cine con El que la traga la paga. Cortometraje dirigido, fotografiado y dirigido por Paco Miller, con adaptación de Marcelo Chávez. Filmado en formato de 16mm, blanco y negro, en la franja costera de Tampico, Tamaulipas (México), el corto silente -que incluía titulos para explicar la actuación- muestra en estado embrionario la personalidad del cómico.

     A partir de una anécdota mínima, influenciada por la comedia muda estadounidense (Chaplin, Keaton, Senett), y con elementos semidocumentales (tomas del Palacio Penal), la historia de 10 minutos está centrada en un par de vagos hambrientos que deciden comer en un restaurante sin pagar la cuenta de ocho pesos 80 centavos. En ella se explotan situaciónes que Tin Tan desarrolló pocos años después.

     Así, el cómico pasa de la risa al llanto y viceversa, surge el tema de la cárcel, el topillo o la estafa, la coqueta que derrite al amigo (La Panchita y Carlos 'Mezcal') y, principalmente, el uso de disfraces. Todo un arte en el cómico genial e incomprendido por la crítica de su momento.

     Song of México producida en 1944 por la legendaria Republic -especialesta en seriales de aventuras-, fue realizada por James A. Fitzpatrick, cineasta especializado en películas "turisticas". El guión fue escrito por Sidney Fields y Edmundo Santos, célebre por sus participaciónes en los doblajes de las cintas de Walt Disney. La fotografía estuvo a cargo del húngaro John Alton -experto en cintas de cine negro serie B, y más tarde ganador del Oscar® por Sinfonía de París (1951)-, y también del mexicano Jorge Stahl. Al lado de actores estadounidenses y connacionales Tin Tan aparece en una breve intervención musical al lado de su carnal Marcelo.

     El filme se estrenó hasta el 30 de enero de 1946 en el cine Teresa; con una capacidad de 2,680 butacas en luneta, promocionó esta producción con un enorme cartel que mostraba los canales de Xochimilco y recurría a frases como: "Una película dedicada a México por la belleza de sus mujeres... Con la actuación especial de Tin Tan".

     De alguna manera, La Canción de México, comedia musical con argumento mínimo, hablaba ya del impacto que ofrecía Tin Tan en Estados Unidos con su vestimenta de pachuco y su estilo musical.

Tin Tan ¿corruptor de nuestro idioma?
     Las críticas y censuras contra Tin Tan -a quien se le acusaba de corromper el idioma con sus pochismos desde la radio y el teatro-, llamaron la atencion de personalidades como Salvador Novo quien, en su Ventana, publicó un texto sobre "La pureza del lenguaje". Ahí afirmó que Cantinflas representaba la subconciencia mexicana "...y Tin Tan nos molesta debido a que encarna la culpable conciencia de nuestro voluntario o pasivo descastamiento". El 7 de julio de 1944 el escritor fue invitado por Felipe Mier al restaurante Ambassadeurs para confirmarle, entre otros asuntos, su regreso a la producción de películas. Para ello, él y Alberto Becho Santander encargaron al joven columnista Lumiere (Jorge Mendoza Carrasco), el argumento de la primera película de Tin Tan: El hijo desobediente, que se filmaría en breve.

     Humberto Gómez Landero fue elegído para adaptar el libreto a la pantalla y dirigir al novel cómico ue se erigía como la competencia más fuerte de Cantinflas. De hecho, el cineasta había escrito algunos de los libretos de Mario Moreno 'Cantinflas' y del comediante cubano Enrique Herrera.

El 'spanglish': sello de su carrera
     El filme se estrenó el 15 de noviembre de 1945 registrando un nuevo record de taquilla: más de 16 mil pesos en su primer día. Las 2,300 lunetas del cine Palacio -una de ellas ocupada por Germán Valdés, quien se coló de incognito-, se cimbraron con las ocurrencias del "Gran cómico Pachuco Tin Tan", como aparecía en créditos, dejando fuera su verdadero nombre. Quizá Mier, Santander y Producciónes Grovas pensaron que se trataría de un éxito pasajero y, por ello, el crédito de Germán Valdés no figuraba borrado por el mote de Tin Tan.

     Él aparecía en la primera escena portando su atuendo zoot suit con clavel en el ojal y un 'negrito' en la otra solapa. Inició un ejercicio de tatacha con su pregenitor -interpretado por el estupendo Salvador Quiroz-, dejando claro que el 'spanglish' fue el sello de inicio de la carrera del actor.

- "¡Hey jefecito!. ¿Cómo le babea?
- "Ya te dije que me hables en cristiano", le responde el padre.
- "Ta' suave jefe, ta' suave. Nomás no se me esponje. ¿Cómo se ha centígrado?".
- "Bastante mal. Con sólo verte con ese traje de foliador, siento que se me cae la cara de vergüenza".
- "I'm sorry, jefe. ¿Sabe? cuando usted me mandó para los Estates para estudiar la carrera de ingeniero, pues hice lo que pude, pero yo me convencí de que mi racket es otro: la cantadita..."

En efecto, lo que parecía un 'jale' -como cualquier otro- convirtió a Germán Valdés en una verdadera estrella fílmica.

     El 3 de marzo de 1946, Germán Valdés se presentó temprano en el Ambassadeurs para desayunar con Felipe Mier, Becho Santander, Jesús Grovas, el estupendo fotógrafo Víctor Herrera y Humberto Gómez Landero para afinar los detalles de Hay muertos que no hacen ruido. El rodaje se inició al día siguiente, alternando con la guapa chiapaneca Amanda del Llano.

     Sin dejar sus atuendos pachucos, probó suerte con algunos disfraces y lució durante la secuencia del concurso de aficionados de la radio. En el Teatro-Estudio se enreda en un divertido diálogo con el joven locutor Ramiro Gamboa (muchos años antes de convertirse en El Tío Gamboín). Con una orquesta en vivo canta el tema cómico "El patito azul". Después ejecuta con gracia un rítmico boogie acompañado de una chamaca rubia y alta, tal y cmo le gustaban a este hombre cuyos conflictos matrimoniales habían llegado al límite.

Encajonado en el pasado
     Hay muertos que no hacen ruido se estrenó, por petición del cómico, el día de su cumpleaños: 19 de septiembre de 1946. Por cierto, entonces le había llamado la atención un artículo de nota roja acerca de un audaz asalto: un ladrón vestido de mujer se apoderó de 42 mil pesos de la Cooperativa de camiónes Álamo. De inmediato le habló a Gómez Landero para que considerara la idea, misma que retomó en la siguiente película bajo sus órdenes: Con la música por dentro. Marga López le acompañó en esta historia coescrita por el joven Octavio 'Tito' Novaro, que pronto se convirtió en uno de sus futuros antagonistas en la pantalla.

     Acerca de esta producción, una viñeta de Cabral publicada en Cine gráfico decía: "Tin Tan se suelta el pelo y se entrega a mil y una locuras. Una de ellas consiste en transformarse en una bailarina clásica. El lápiz de Cabral lo captó en un salto que envidiaría la Pavlova si resucitara". Como dato curioso, en estas dos últimas cintas el apellido de Germán aparecía con Z en créditos; es decír, Valdéz.

     Desde su debut protagónico el cómico apostó por una modernidad y soltura de la que Gómez Landero carecía por completo. El director intentó encajonarlo no sólo en vestuarios pasados de moda, sino en chistes anacrónicos y situaciónes previsibles con un esquema narrativo aún más elemental (planos generales, muchos diálogos, escenas extraídas del más típico sainete español). Eso no amilanó a Tin Tan, y menos a su gran capacidad para improvisar. Esto se demuestra en algunas de las escenas al lado de la preciosa güera Emilia Guiú, quien emana erotismo hasta por las uñas. Ella se encarga de cuidar al avispado 'niño' de 25 años interpretado por el cómico en El niño perdido, su cuarta cinta donde parodiaba de manera brillante a Jorge Negrete.

     Sugerido por Germán Valdés, el título hacía referencia al caso policiaco que mantuvo en vilo a la capital entre 1945 y 1946: el secuestro del niño Fernandito Bohigas.

La comicidad que pedía a gritos libertad
     En la quinta y última película en mancuerna con Gómez Landero, Músico, Poeta y Loco, estaba preparado para dar un salto mayor y alternaba con su buena amiga Meche Barba. Tal vez imperfectas, pero con algunos momentos brillantes gracias a la espontaneidad de Tin Tan, sus primeras películas al lado de G´mez Landero permitieron desarrollar su personaje de pachuco con frescura y la vivacidad de un genio de la comedia que pedía a gritos libertad. Para su fortuna, el momento llegó en 1948 cuando es llamado para filmar Los amores de Tin Tan, retitulada poco después: Calabacitas Tiernas, al lado del joven realizador Gilberto Martínez Solares.

Encuentro de titanes
     Además de sus actuaciónes en las citadas Hotel de Verano, Song of México, Seis días para morir y el cortometraje Las Posadas, Germán Valdés intervino brevemente en También de dolor se canta (1950), donde sostenía entretenído dialogo con Pedro Infante:
- "Yo soy Tin Tan"
- "El de las vistas." afirma el idolo.
- "El de las vistas. ¿Quiere que le regale mi autógrafo?"
- "Noooo. Mejor regaleme la guitarra... Algo más efectivo, oiga"
- Tin Tan contesta: "Mire, ojitos de pescadito en vitrina, nada hay más efectivo que mi autógrafo, ¿oyó?"
- "Mire boca de bagre, por qué mejor no me lo firma en un vale"

Al final de la escena sigue el ritmo de Tabaquito en los bongós y de Polito Villa en la guitarra, e improvisa sonidos. Pedro Infante se sacude con el movimiendo del cómico, al igual que el utilero de los Estudios.